Sábado, 10 am., la Masada de Gassol empieza a tomar calor y color...color verde kiwi, Eli (la modelo) empieza a perder calor al contacto con los kiwis y el "corega", la receta que nos vale para pegar los kiwis a la piel de Eli (¡bendita tecnología protésica!).
Domingo 7:30 am. después de pasar por un pequeño/gran drama, LA CÁMARA SE NOS HA FUNDIDO!!, Josep, el fotógrafo, echa mano de su agenda de contactos para salvarnos la jornada y el madrugón a todos, con 2 horas de retraso pero con NUEVA CÁMARA!! reemprendemos la sesión del 2º día, por suerte todavía tenemos una estupenda luz para las fotos de la "pulcra" novia, aunque antes, Josep, de nuevo hace alarde de sus dotes de improvisación, inventando un sustituto del foco que ha decidido abandonarnos la noche anterior.
Llega el servicio de katering, Anabel nos cuida como nadie, pero la comida siempre acaba fría porque nunca encontramos el momento de parar...
...bueno lo que se dice parar para comer...no paramos, engullimos los alimentos en horario y frecuencia que difuminan el significado de la dieta ordenada en 3 comidas al día.
Las 11 pm., últimas fotos y hemos terminado!! satisfechos por el trabajo bien hecho y dispuestos a hacer un último esfuerzo recogiendo el caos que hemos ido repartiendo por toda la casa, estos dos intensos días de (lo que yo llamo) trabajo de placer, el placer de compartir afinidades con un equipo con talento y generoso en extremo en la exhibición de éste y la generosa y desinteresada colaboración de muchos.
